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sábado, 28 de febrero de 2015

LUCES Y SOMBRAS



Más allá del cambio de "Modelo" (Aquel que, según la Directiva no se cuestionaba) y, del hecho, para mí inaceptable que el 1er equipo juegue de una manera y, en la base se trabaje y juegue de una manera diferente , lo cierto es que el Barça de Luis Enrique presenta una serie de características bastante marcadas. Vamos a ver que es lo fuerte de este equipo y, por donde chirría esta forma de jugar del asturiano.
Lo primero que queda claro es que este equipo se ha hecho a partir de la verticalidad y no de la horizontalidad. Hasta ahora el Barça era un equipo que subía lentamente la pelota hasta tener todos sus jugador situados en posiciones atacantes y, a partir de ahí, empezar aquel baile de posiciones y jugadores que hipnotizaba al rival hasta que éste dejaba un agujero por donde penetrar con muchas opciones de hacer gol. Era un equipo basado en los centrocampistas. Llenar el centro del campo de jugadores y crear las superioridades a partir de este momento era lo más importante.
Ahora, eso no existe. El equipo empieza atrás para ir rápidamente hacia arriba, a buscar los "tres tenores" para que, a partir de estos, vengan las jugadas. Y, básicamente, todo pasa por Messi. Antes, el juego se organizaba a partir de Xavi. Él dictaba el "tempo" del partido. Cuándo ir rápido y cuándo despacio. Ahora, se busca rápidamente a Messi para que éste, desde la posición de extremo retrasado, haga una diagonal para Neymar. Esta diagonal es la que le da tiempo para llegar a la frontal del área, que es el lugar donde el astro argentino es letal. Semanas atrás, Messi cogía el balón y empezaba a driblar jugadores hasta llegar a la frontal. Tenía dos líneas y 6-7 jugadores para eliminar. Ahora ya no. Elimina los centrocampistas contrarios con este pase y llega a la frontal donde tendrá 2-3 jugadores que lo "molesten". Bastante más fácil.
Si la diagonal no es factible, entonces Messi intenta driblar y marchar por la banda derecha. Pero aquí se encuentra cerrado por 2-3 contrarios ... y, por la línea de banda. Cuando Messi jugaba de "Falso 9", podía tener contrarios, pero no tenía limitaciones de espacio. Ahora las tiene y, esto hace que pierda más fácilmente balones.
Y si Messi está cerrado, toca jugar pelota hacia atrás y, empezar la circulación del balón. Pero, este equipo ya no tiene a Xavi y no hay nadie que juegue su rol. Los centrocampistas (Iniesta, Rakitic, Rafinha ...), no son jugadores que tengan la pausa y el sentido del juego del de Terrassa. Y, el equipo lo nota mucho. Demasiado. Y, como el Juego Posicional ha pasado a ser algo accesorio, cuando no se trabajan los mecanismos y automatismos, estos se pierden. Como se ha perdido la paciencia futbolística. Todo es vértigo y velocidad. De ida y vuelta.
Y ahora el equipo llega a las posiciones de ataque con mucha distancia entre las líneas. Esto hace que, si hay pérdida de balón, el contrario tenga muchos más espacios para contraatacar, del mismo modo que lo tiene el Barça. Los partidos se han convertido en un ir y venir, muchas veces sin sentido. Y este Barça da muchas opciones para el adversario. Cualquier equipo puede poner en problemas a la defensa del Barça, que no tiene toda la culpa, ni mucho menos, de los goles encajados.
Se dice que cuando un equipo recibe goles, se culpa de la defensa o el portero. No. Como mínimo, no siempre y, en el caso del Barça, tal vez menos veces de las que la gente piensa. Si la pelota llega fácilmente a los delanteros contrarios y estos tienen opciones claras de superar la defensa no es, por principio, porque los defensas sean malos o no estén en "forma". Muchas veces se encuentran en situaciones de 2v2/1v2/1v1 donde el contrario encara portería mientras el defensa corre de espaldas. O, el defensa tiene que bajar a toda velocidad desde posiciones ofensivas, porque la estructura del equipo no permite que haya las coberturas y vigilancias adecuadas.
Luis Enrique, después de mucho tiempo, parece que ha encontrado su equipo tipo. Este está formado por Bravo (Ter Stegen para Copa y Champions), Alves y Alba como laterales, Piqué y Mascherano como centrales, Busquets de medio centro con Rakitic e Iniesta de interiores y, Messi, Suárez y Neymar como delanteros.
Es evidente que los tres delanteros es pura dinamita. Si no es la mejor delantera de la historia del fútbol, ​​seguro que está entre las mejores. Hay gol, calidad y magia. Cada jugador es diferente y, cada jugador aporta unas características únicas al juego: Velocidad, movimientos sin balón, definición. Cuando la pelota la tiene cualquiera de ellos tres, sabes que alguna cosa puede pasar. Y, ésta no suele ser buena para los rivales.
El centro del campo es el que más sufre este nuevo modelo de Luis Enrique. La participación en la construcción del juego es prácticamente testimonial. Como ya hemos dicho, la pelota circula a gran velocidad de la defensa en la delantera y, los centrocampistas sólo sirven como acompañantes. Y, como acompañantes, tienen un papel secundario. Su trabajo es más de recuperación que no de construcción. Y, Xavi e Iniesta se encuentran muy incómodos con estas funciones tan alejadas de sus características. Y Busquets debe vigilar cientos de metros cuadrados, porque el equipo ya no es aquel equipo que estaba tan juntito y, que tenía un jugador a 10m. de otro. Ahora, eso no existe. Si la pelota llega a los delanteros, éstos intentan hacer algo sin esperar apoyo. Si va bien, es fantástico. Pero, si no se acaba la jugada, los centrocampistas están muy lejos y, los espacios son muy grandes. Como se trata de correr y, no de tener fluidez en el juego, mucha gente prefiere Mascherano en lugar de Busquets en el centro. Como dije hace unos días, antes, para controlar los partidos estábamos usando a Xavi. Ahora usamos Mascherano. Jugadores diferentes, de concepto futbolístico diferente. Y, lógicamente, darán resultados diferentes. Hemos pasado de hacer correr la pelota a que corran los jugadores. Concepto.
Y, en defensa, después de que han venido Douglas, Mathieu y Vermaelen, continúan jugando Piqué y Mascherano, con roles testimoniales por Bartra y Montoya. Es cierto que hemos recuperado la mejor versión de Piqué y, el equipo lo agradece. Pero Mascherano sigue siendo el "libre" (Lo siento, eso de "central corrector" no lo acepto; ya sabéis que no me gusta las invenciones de nombres para cosas existentes) y, parece que no haya alternativa creíble por parte del entrenador en los partidos importantes. De mientras, Alves sigue ofreciendo una de cal y otra de arena y, Alba, en situaciones defensivas comprometidas, demuestra que aún tiene carencias tácticas. Ambos se encuentran mucho más cómodos en ataque que en defensa. ¿Quizás por qué ni siquiera para jugadores tan rápidos como ellos esto les sirve?
Y, detrás de los defensas, está el portero. Bravo es el portero que se esperaba. Sobrio, sin grandes estridencias. Un portero para ganar partidos, pero no para ganar Campeonatos, en mi opinión. Me podéis decir que es el portero menos goleado de la Liga y que es posible que lo sea a final de temporada. El portero del Barça tiene que parar las pelotas muy difíciles... y alguna de las imposibles. Ter Stegen está demostrando el acierto de su fichaje. Sin complejos, jugando con tranquilidad y es muy joven. Y, este sí, que para alguna de las pelotas imposibles.
Estamos hablando de un Barça que hace muchos goles, pero que también da muchas opciones al contrario. Un Barça construido desde la velocidad de los jugadores y, no desde el orden del balón. En el fondo, esto era de esperar. Comparad los jugadores que eran Luis Enrique y Guardiola y, comparad cómo son sus equipos. Y, no es lo mismo jugar contra un equipo de media tabla en la Liga, que hacerlo contra el Madrid, el Chelsea o el Bayern en la Champions. Si jugamos como la primera parte contra el City, todo es posible para este equipo. Si lo hacemos como la segunda...
Un equipo, como dijo Luis Enrique en su rueda de prensa de presentación, que es imprevisible. Lo que pasa es que muchas veces parece imprevisible por los mismos jugadores.
Jordi Pascual
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