Yo quiero hablar de la aplicación de las
tecnologías en el mundo del fútbol. Estadísticas, vídeos, programas que
permiten hacer esto o aquello, cada vez hay más cosas de este estilo. ¿Son
todas buenas o necesarias? Yo creo que sí. Ahora bien, discrepo con la
utilización que se hace muchas veces. Un equipo tiene un 80% de posesión de
balón y pierde el partido. Un equipo hace 20 disparos a puerta y pierde un
partido. Un equipo hace 2 disparos a puerta y gana un partido. Un equipo que
hace 10 faltas en un partido, le señalan 3 penaltis en contra y, termina con 9
jugadores. Y, como esto, lo que se quiera. Y, aquí, es donde las estadísticas
no dan muchas pistas o, no dan ninguna. Grabar partidos, si no sabemos después
analizarlos correctamente y, extraer las conclusiones adecuadas, no sirve para
nada. Apuntar el número de córners a favor o pelotas perdidas o, cualquier otro
dato, si no se pone en el contexto que corresponde no sirve.
Pondré ejemplos: un jugador hace 80
pasadas en un partido, de las cuales falla sólo 1. Su porcentaje de acierto es
el 98,75%, el problema viene cuando la pelota perdida hace que el contrario
marque gol y gane el partido. Otro ejemplo: Un portero hace 2 paradas en un
partido y encaja 3 goles. ¿Quiere decir esto que su actuación es mala? Otro
ejemplo: Un jugador ve una tarjeta amarilla cada 2 partidos. ¿Quiere decir que
es un jugador sucio?
Analicemos los ejemplos. En el primer
caso, lo que nos interesa saber es cómo y por qué pierde el balón: ¿Estaba
pasando el balón en largo cuando no sabe hacerlo? ¿Tenía líneas de pase? ¿Las
utilizó? ¿Tenía soporte lateral, frontal, por detrás? ¿Había recibido un pase
comprometido de un compañero y, eso lo dejó en situación difícil para pasar?
En el segundo caso, los tres goles que
recibe el portero son de segunda o tercera jugada tras un córner en contra que
no se rechaza, el otro gol lo recibe en un contragolpe donde un contrario está
solo ante él y, el tercero gol es un penalti. ¿Quién era que no ha rechazado?
¿Por qué no se ha rechazado? ¿Se ha rechazado bien pero no había nadie para
recibir el rechazo? ¿Por qué hay un contraataque? ¿Por qué nadie corta el
contraataque? El penalti, ¿es consecuencia de una jugada aislada? ¿Era un
jugador que regatea dentro del área? ¿Eran correctas las marcas? ¿Podíamos
evitar el penalty?
Finalmente, el tercer caso podríamos
preguntar cosas como, ¿es correcta la posición del jugador? ¿Son los otros que
lo han dejado en mala posición? ¿Debe cubrir excesivo terreno y, por ello,
llega tarde a las intercepciones?
Como estas, nos podemos plantear un
montón de preguntas para cada situación, los números nos dicen
"hechos" pero, en general, no nos dicen "porqués".
Nosotros, como entrenadores o jugadores, tenemos que vivir en la duda permanente:
¿Por qué esto? ¿Por qué no aquello? ¿Por qué a la derecha? ¿Por qué la
izquierda?, Etc. No basta con saber qué hacer en un momento dado de partido.
Tengo que saber porqué lo hago, para que, cuando se presente una situación
similar en otro momento del partido y, en otro lugar del campo, se pueda actuar
de manera correcta.
La tecnología nos puede ayudar mucho, o
poco. Es su uso adecuado lo que seguro nos ayuda mucho. Dejarlo todo en manos
de unos números sin saberlos "leer" es lo que no nos ayudará. No es
cuántas faltas hacemos en un partido, es dónde hacemos las faltas y, por qué
tenemos que hacer faltas.
De hecho, la única parte de la
tecnología que es incontestable es el marcador final: El que ha hecho más goles
gana, aunque, a veces, no sepamos por qué.
Jordi Pascual
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