En los equipos profesionales, sin
embargo, hay mucha gente alrededor del Entrenador: Directores Técnicos, Secretarios
Técnicos, etc. Y, las preguntas que aparecen son: ¿Quién es el jefe? ¿Quién
debe tomar las decisiones? ¿Quién decide cómo debe jugar el equipo? ¿Quién
decide a quién fichar o a quién vender?
Pues bien, cualquier opción puede llegar
a ser buena. Al fin y al cabo, si el equipo gana, todo el mundo estará
contento. Sólo, sin embargo, con una condición: que todos tengan claro cuál
debe ser el funcionamiento del Club. Lo que debe haber es una idea clara del
tipo de jugador o de juego que hay que hacer. Hay Clubes que, por su
idiosincrasia, llevan Entrenadores con una determinada forma de jugar, que se
usa desde la base hasta el 1er equipo. Hay Clubes donde el 1er equipo (y quizás
el 2 º), juegan en función del Entrenador que haya, y, el resto de equipos de
la Base, juegan de otra manera. Hay Clubes donde cada equipo juega de una
manera. Hay Clubes donde la Secretaría Técnica lleva a los jugadores que cree
más adecuadas y, luego, es trabajo del Entrenador el ponerlos en su sitio. Hay
lugares donde el Entrenador pide lo que quiere tener. Hay Clubes que sólo
fichan jugadores de una determinada zona geográfica. Hay Clubes que sólo
quieren jugadores cedidos o, sin coste de traspaso.
Ahora bien. Si las cosas no funcionan,
al primero que despiden es al Entrenador, ¿no? Pues, ¿no será éste quien debe
tener el máximo poder? O, como mínimo, ¿suficiente poder para decidir una serie
de cosas?
1) La manera de jugar. Cuando se ficha
un Entrenador, ya sabemos de qué manera juega. Por tanto, si el Club tiene un
modelo de juego, ¿por qué se busca a alguien que juega diferente?
2) Los jugadores que haya deberán tener
unas características para jugar de ésta o aquella manera. La Secretaría Técnica
debería tener un listado de jugadores que se adapten a la forma de juego del equipo
y, el Entrenador decidir cuáles quiere de ellos.
3) Aquí entra el factor económico,
evidentemente. El Club tiene un dinero para fichar. Por tanto, el Entrenador
debe saber cuáles son sus opciones, para poder valorar si es mejor el jugador
"A" para esta función o "B" para aquella, sabiendo que no
puede tener los dos y que puede ser que el jugador "C" sirva, porque
es más importante "A" que "B" y, "C" puede hacer
el trabajo de "B".
4) SI no se pueden tener los jugadores
que hacen falta para jugar de una manera determinada, ¿hasta qué punto es
responsabilidad del Entrenador si no se logran los objetivos fijados?
Hay muchas maneras de funcionar, pero
todas deben tener como claro punto de partida el trabajo de cada uno y, quién
debe tomar las decisiones y las consecuencias que se deriven de las mismas.
Sólo hay una fórmula que no me gusta:
Que fiche el Presidente y/o la Directiva porque les gusta éste o aquel jugador.
No entenderé nunca para qué tener un cuerpo técnico si, después se ficha sin
saber si es el más adecuado o necesario para el equipo. Y, luego viene esa
frase: "Le hemos dado los mejores jugadores". Ya. ¿Pero eran los que
hacían falta? Ahora bien, como es el que manda...
Jordi Pascual
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@JordiPascualP
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